¿Por qué he de escoger a quién traicionar? Si a la persona a la que amo pero que destruirá mi vida o a la persona que me protegerá en ella pero que me obliga a elegir de forma fría....
¿Por qué el amor es tan complicado? Desafortunadamente, nunca elegimos de quien nos enamoramos y siempre seremos juzgados por escoger, sea lo que sea...
Oh, Judas, tu traicionero amor me ha costado más de una gota de sangre... Pero sigues tirando de mí, y mi corazón no consigue resistirse. Como alguien dijo una vez, este amor es como un ladrillo: puede tanto construir una casa como cubrir un cadáver...
Sea cual sea mi sacrificio, será en vano. Mi amor por ti estaba condenado desde el principio a augurar sólamente sufrimiento y dolor, pero aun así lo sufriré con ganas, porque al menos me da la vida, y seguirá dándomela cuando sea un fantasma que jamás se aparte de ti, aunque ni siquiera lo notes entonces...
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He aquí una prueba del extremo más doloroso del amor, y eso no significa que no tenga un mejor extremo ni una perspectiva más apacible y dulce... Pasando calor en Chipiona y con unas ganas tremendas de tener un piano al lado para poder componer, os dejo con esta entrada que, literalmente, se desangra por sí sola jajajajaja.
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