sábado, 13 de agosto de 2011

Un solo contacto

Imagínate que vas por una calle cualquiera, andando y metido en tus pensamientos. En medio de ese remolino, llegas a una plaza y te detienes a observar, para calmar un poco las cosas en tu cabeza. Al hacerlo, escuchas una melodía y empiezas a buscar su origen. La encuentras y ves que la gente no se detiene a escucharla y te atreverías a decir que ni siquiera la oye... al menos, no toda. De repente, ves a otra persona, oyendo también de forma inocente esa melodía y siendo atraída hacia ella, solo para luego irse corriendo a ocuparse de sus asuntos a su edad...
Esos momentos en los que ves que hay gente, aun distinta a ti, que sabe escuchar, son los que a mí me sacarían una sonrisa :)

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