sábado, 21 de abril de 2012

Dolor... simplemente eres un gallito de mierda



Una lámpara. Es la única luz que necesito en estos momentos.

Aunque, pensándolo mejor, incluso prefiero estar a oscuras... No es necesario verse a uno mismo mientras llora.

¿Qué crees, que no sé que persigo imposibles, que el sol es intocable? Yo creo que tú también lo has pensado. Demuéstrame que no.

No words

¿Quién me iba a decir que una estrella de brillo indescriptible e inalcanzable y una guitarra cuyos aullidos vienen directamente desde su corazón tenían algo en común? Ambos buscan su lugar, poder brillar y expresar con totalidad su propio ser, proclamar lo que son con banderas izadas y acordes con ritmo ternario.
Ambos anhelan cumplir sus sueños, y para ello buscan la energía, la luz, el amor, las vibraciones necesarias para mantener el motor de esos sueños en constante movimiento, expandiendo así su horizonte, eliminando sus límites y encontrando la oportunidad de iluminar a otros que a su vez les devuelvan el favor con una lágrima que haya encontrado su afinidad o un grito gutural cuya emoción se desborda.

Les envidio. Esos seres y otros muchos tienen la fuerza y las oportunidades necesarias, aunque no se diesen cuenta en su momento ni lo hagan ahora, para alcanzar sus metas con la punta de sus dedos, acariciarla, besarla (violarla si es necesario, oh, no, es un lápsus mental de la emoción) y creer por un momento que jamás se les escapará.

"You may say I'm a dreamer, but I'm not the only one". John Lennon.

sábado, 14 de abril de 2012

Frío en los huesos

En un tiempo extraño en el que el frío hace muestra de presencia y se siente masivamente... simplemente quiero estar ahí, darte calor o simplemente ser lo último bello que veas, pues sólo a tu lado puedo sentirme hermoso.

viernes, 13 de abril de 2012

Someone to hear



Impresiona cómo hay ciertas canciones que parecen describirte a la perfección cuando apenas te han conocido.

I hate it when you see me cry
Your t-shirt soaked through from my eyes
When I'm not as tough as I should be
And you see the softest part of me
I hate it when you see me cry
Yeah, yeah hate it when you see me cry
yeah, yeah...

I hate it when I let you down
When your smile turns around
And I know I'm supposed to be the one that says, babe count on me
I hate it when I let you down

Oh, oh I... I'm your rock n' roll joan of arc
The queen of broken hearts
I'm here to save the world, but who will save super girl?
What if I'm weak and I need you tonight?
I hate it... I hate it when you see me cry
Yeah Yeah...

I hate that I need you now
To hold my hair, to hear me out
If I wake up on the bathroom floor
Will you still want me in the morning?
Oh babe, I need you now!

Oh, oh I... I'm your rock n' roll joan of arc
The queen of broken hearts
I'm here to save the world, but who will save super girl?
What if I'm weak and I need you tonight?
I hate it... I hate it when you see me cry

Oh, oh I... I'm your rock n' roll joan of arc
The queen of broken hearts
I'm here to save the world, but who will save super girl?
What if I'm weak and I need you tonight?
I hate it... I hate it when you see me cry
Yeah, yeah I hate it when you see me cry
Yeah, yeah, yeah
-Halestorm, Hate It When You See Me Cry

jueves, 12 de abril de 2012

Los sueños podrían hacerse realidad


El barullo se hace cada vez más y más grande. Mi mente da vueltas alrededor del lugar, observando y analizando a través de mis ojos a la gente que la rodea, distraída en su baile, dando todo de sí en sus movimientos... Soy el único consciente del hechizo que invade la sala. Bueno, no estoy muy seguro de si no soy un zombie más, pero sé que al menos puedo pensar sobre ello.

Salgo de allí, aturullado y olvidado por el resto de personas. Las estrellas consiguen brillar esta noche a pesar de la invasión de la luz llamativa de las ciudades. Comienzo a andar sin un rumbo fijo, sin un objetivo claro, con sólo un runrún en mi cabeza que me manda un aviso, una señal de que alguien podría necesitar a alguien, quizás yo u otra persona, en este momento.



Pero no me detengo a buscar el origen de esa extraña sensación. Quizás sea sólo un pensamiento más en mi cabeza. Estupendo, se reproducen como conejos...
Mi andar es lento, pero no pausado. Intento apaciguar los gritos de mi cabeza, sonreír y tararear una alegre melodía que ponga ritmo a mis pasos por el camino. Comienzo incluso a pegar saltitos y a bailar, sin importarme las miradas de la gente. Bueno, hay pocos que miran. Bastante tienen con sus problemas.



Cada segundo me noto más cerca. Cada milésima de segundo siento que me estoy dirigiendo a algo, que puede que no tenga más oportunidades de aprovechar lo que se acerca... o a lo que yo me estoy acercando.
Los latidos de mi corazón acelaran y se ralentizan sin duración ni orden concreto. Mi mirada va de un lado para otro. Quiero explorar, quiero conocer mi alrededor. Quiero saber qué es lo que ha pasado. Quiero saber qué hacer con mi vida. Quiero saber cómo vivir este momento y a la vez no quiero vivirlo, porque no sé si saldrá bien, si funciona, si moriré en el intento... Puedo estar todo lo seguro que quieras sobre cómo quiero hacer las cosas, pero para eso están estos instantes de duda... para hacerme consciente de lo que está ocurriendo.



De repente, nuestras miradas se cruzan.
Puedo distinguir su silueta decaída pero aun así con pequeños brillos iluminándole. Sus brazos rodeándole a él mismo, no teniendo a alguien más que lo haga. Sus pies formando líneas que cruzan las baldosas del suelo. La sonrisa que busca la confianza en que todo podría ir bien por una vez. Sus ojos mirándome y viendo quién soy y qué hacemos en ese lugar, en ese momento, en esa situación, cerca del otro.
Entonces sé que era esa persona quien me llamaba, quien también necesita tener a alguien que le recuerde que puede ser fuerte y afrontar lo que le espera, dejar de sentirse tan solitario en este mundo.
Algo se activa en mí...


...y esta vez sí me detengo a pensar. Pero no por mucho tiempo.
Doy el paso definitivo, en dirección a él. Y el cristal invisible que nos separa cae en pedazos. Le ayudo a levantarse y le conduzco lentamente hasta su hábitat de sueño, con él apoyado en mi brazo.
Cuando llego hasta allí, intento marcharme, sabiendo que he cumplido con mi misión, que no necesito que me diga "gracias" ni "¿quién coño eres?", que con que esté más seguro me basta.
Pero entonces algo me agarra. Es su mano. Me giro y volvemos a mirarnos. Veo un atisbo de agradecidimiento en su mirada endormecida, y creo que los dos nos damos cuenta de la conexión que acaba de crearse.
Mis acciones de repente no son coherentes con mi razonamiento. Ambos apoyamos nuestra cabeza en la del otro y nos trasladamos con los ojos cerrados a otro mundo, a otro lugar donde nada más que nosotros importa, donde podemos tener nuestro propio baile, ajenos al resto de seres que vuelven a rodearnos, ajenos incluso a la música que nos acompaña...



Todo da vueltas. Sigue dando vueltas.

Pero ya no importa.

Nuestras manos crean círculos en el aire. Nuestros pies siguen los del otro, justo enfrente. El contacto de nuestros labios es frío, pero aliviador por dentro. La distancia que nos separa es de apenas unos milímetros.
Es un idilio que no quiero que pare. Que desearía que continuase, como un loop, con la diferencia de que jamás me cansaría de esta sensación, para toda la eternidad.


Pero al fin llega el fin de la ilusión. Él también lo sabe, que debe marcharse por donde ha venido...
Antes de irse y perderse entre la gente, nuestros ojos se buscan por última vez, y de nuevo, la conexión hace su efecto: ambos sabemos que no será la última vez que nos encontremos.
¿Para qué están los sueños si no?

Poco a poco, nuestro cuerpos van separándose, hasta que sólo se tocan nuestros dedos, y ya por fin dejo de notar su piel.
Con cada paso que se aleja, dejo de sentir su presencia. Con los últimos versos de la canción, cierro los ojos...




Mi mente aterriza en el mundo real. Despierto poco a poco, comienzo mi rutina, mi ducha de agua caliente, mi ligero desayuno, el trayecto a los lugares que escriben la historia de mi día a día...
No querría que fuese así, pero puede que todo ello me haga olvidar los detalles de mi contacto con la irrealidad, la inspiración y la felicidad momentánea...
Aun así, estoy totalmente seguro, y sigo notándolo dentro de mí: la sensación se queda una vez originada.

En principio, sólo espero plasmarlo en mi arte. Pero si los sueños pudiesen hacerse realidad, y posiblemente podrían hacerlo con sólo dar el paso decisivo, podré seguir creyendo que esa no es la última vez en la que nuestros caminos se cruzarán.

El cielo se va iluminando con los tempranos rayos del sol, y me despierto del todo contemplando el paisaje desde el tren. La música suena desde mis cascos, fluyendo también en mi sangre... y sólo espero que pueda sobrevivir al día que me espera para poder contarlo.