sábado, 21 de abril de 2012

No words

¿Quién me iba a decir que una estrella de brillo indescriptible e inalcanzable y una guitarra cuyos aullidos vienen directamente desde su corazón tenían algo en común? Ambos buscan su lugar, poder brillar y expresar con totalidad su propio ser, proclamar lo que son con banderas izadas y acordes con ritmo ternario.
Ambos anhelan cumplir sus sueños, y para ello buscan la energía, la luz, el amor, las vibraciones necesarias para mantener el motor de esos sueños en constante movimiento, expandiendo así su horizonte, eliminando sus límites y encontrando la oportunidad de iluminar a otros que a su vez les devuelvan el favor con una lágrima que haya encontrado su afinidad o un grito gutural cuya emoción se desborda.

Les envidio. Esos seres y otros muchos tienen la fuerza y las oportunidades necesarias, aunque no se diesen cuenta en su momento ni lo hagan ahora, para alcanzar sus metas con la punta de sus dedos, acariciarla, besarla (violarla si es necesario, oh, no, es un lápsus mental de la emoción) y creer por un momento que jamás se les escapará.

"You may say I'm a dreamer, but I'm not the only one". John Lennon.

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